La empresa fue adquirida por los actuales propietarios, de la familia Serrano
El comienzo de la panadería HERRERO, se remonta a 1974, fecha en la que el patriarca que por aquel entonces trabajaba de oficial en la misma, adquiere el negocio a la familia Serrano que era hasta el momento su propietaria.
Son ya cuatro generaciones desde sus comienzos en la Pza San Juan el Viejo nº 12 y ahora nº 10, las que han estado al frente de la misma. Desde que la familia Herrero adquiere el negocio, trabajan los padres Jesús y Esther y tres hermanos Jesús, Resu y Paco, a los que se unen posteriormente Juan Carlos y Ruth, todos en la familia echan una mano trabajando con ganas y tesón hasta levantar la empresa familiar.
En los inicios, la Panadería solo disponía del despacho de la Pza. San Juan el Viejo y un pequeño despacho en la Rúa de Dato, dedicado a la venta de panadería y bollería. En la actualidad disponen de cuatro despachos en Calatayud Plaza San Juan El Viejo, Plaza del Fuerte, Vía Dueville y Poeta Verón antigua (Doctor Fleming) y servimos a varios pueblos de la comarca(Mara, Miedes, Sediles, Belmonte ,Paracuellos y Alhama) y en la capital Zaragoza.
PAN Y RESPOSTERÍA
Se dedican principalmente al Pan y Repostería con la particularidad que todo lo que fabrican está cocido en horno de leña, tanto el pan, como toda la repostería y siguen siendo fieles a esta manera de fabricación mas laboriosa, pero que repercute en la calidad de sus productos, una calidad que es agradecía por todos los clientes que siguen comprando los productos en los establecimientos que regentan. El producto estrella y en el que más empeño ponen a la hora de su elaboración son sus Magdalenas fabricadas con productos de nuestra zona y cocidas en horno de leña, que hace que su sabor y mantenimiento duradero sea irrepetible.
NUEVOS ESCENARIOS
La panadería originaria solo disponía para la fabricación y venta el local de la plaza San Juan el Viejo, muy limitada su progresión por el espacio, ampliándose posteriormente en un local contiguo mucho más espacioso aumentando con ello la fabricación de sus productos.
En la actualidad multiplican por diez la producción y han pasado de tener tres trabajadores a los nueve que integran la familia que forman en estos momentos.
Siguen trabajando con la misma ilusión con la que comenzaron sus padres, pero parece ser que con esta generación se acabará la saga familiar que se ha dedicado al negocio, las generaciones futuras se dedican a otros menesteres y no van a seguir el oficio familiar. Al menos eso parece.
COVID19
En estos momentos lo más importante es cumplir con todas las normas de seguridad de higiene y esperar mejores tiempos.
Como el resto de comercios y hostelería de nuestra zona recomiendan a todos sus clientes que sigan apostando por el comercio local, fuente de riqueza. Un comercio que siempre se ha caracterizado por la calidad de sus productos.