Los trabajos están incluidos en el Plan de Regeneración del Casco Antiguo y harán más atractivo turísticamente este espacio.
El Ayuntamiento de Calatayud ha licitado las obras para el acondicionamiento y reforma de la plaza del Santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Peña. Es una intervención incluida en el Plan Director de Regeneración del Casco Antiguo, que tiene un presupuesto de 183.924,15 euros con el IVA incluido.
El plazo de ejecución previsto es de 16 semanas. Los trabajos, además de sustituir pavimentos en mal estado y otras deficiencias de este entorno dotarán a este gran mirador de nuevo mobiliario urbano, iluminación y elementos ornamentales alusivos a la patrona de todos los bilbilitanos. “Estas nuevas incorporaciones han sido diseñadas junto con la parroquia y la Esclavitud de Nuestra Señora de la Peña”, comenta José Manuel Gimeno, concejal delegado de Urbanismo, Patrimonio y Vivienda.
El proyecto ha sido diseñado por el arquitecto Juan Carlos Martinez, Gil, que al ser de la ciudad conoce la historia, importancia y simbolismo de este espacio urbano.
En la actualidad la zona de viario está pavimentada con una solera de hormigón que dada su antigüedad presenta mal estado, con grietas, fisuras, y desconchones. Son evidentes también las irregularidades y deformidades en la parte de esta plaza cubierta por hormigón impreso, además de que el deterioro afecta a los muros y pilastras que la rodean. La plaza tiene escaso mobiliario urbano e insuficiente alumbrado público.
Con el contrato ahora licitado ser resolverán esas necesidades en las infraestructuras de servicio, y alumbrado general y monumental, acometiéndose una renovación integral. Lo más destacado de la misma será la nueva pavimentación, diferenciando zonas estanciales y de tránsito con losas de hormigón prefabricado, con bordillos y peldaños, sin perder de vista la accesibilidad.
Para los cerramientos exteriores se ha decidido mantener la imagen original, ahora bien, sustituyendo los pasamanos horizontales “que son escalables y por tanto peligrosos”, por una barandilla de 60 centímetros de altura con barrotes verticales.
La actuación cuenta con el acuerdo de la Comisión Provincial de Patrimonio desde finales de abril. Era preceptivo al estar incluida en el entorno del casco antiguo y patrimonial protegido.