12 Cofradías y Hermandades y un completo repaso por el Antiguo y Nuevo Testamento
Cofradía y Hermandades que se aglutinan en la Junta Mayor de Semana Santa son las encargadas de organizar la Semana Santa en la cabecera comarcal. Una manifestación de fe y una de las manifestaciones más emblemáticas de la ciudad que está considerada por el Ministerio de Cultura como una de las manifestaciones más peculiares del país y declarada de Interés Turístico Regional desde 1994.
La Semana Santa de Calatayud destaca por su singularidad y por la profunda conexión que establece entre los ciudadanos. Con 12 cofradías y hermandades que forman la Junta Mayor de Semana Santa, la ciudad se prepara para vivir momentos de solemnidad, respeto y alegría. El presidente de la Junta Mayor, Jacinto Julvez, ha compartido que ya se ha entregado el 90% de los trajes para quienes representarán a los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento en la esperada procesión del Santo Entierro, que tendrá lugar el Viernes Santo.
La procesión comenzará en la Iglesia de San Juan el Real y culminará en la plaza de España, donde se escenificará el Auto Sacramental del Entierro de Jesús. Con la participación de alrededor de 300 personas, esta manifestación de fe y cultura se remonta al siglo XV, cuando fue creada por la Orden de San Francisco de Asís. Julvez anima a todos a participar, recordando que esta es una de las procesiones más antiguas y bellas de la región. Una procesión en la que muchos de los personajes del Antiguo Testamento pasan también de padres a hijos en un intento de mantener la tradición y la devoción. Una Procesión que cuenta con 24 pasos procesionales de los siglos XVII y XX y que hace también que durante estos días Calatayud se destaque por tratarse de un destino turístico de referencia.
Durante toda la Semana de Pasión son numerosas las procesiones que salen por las calles bilbilitanas en esta muestra de fe y tradición y que culminan con la procesión del Santo Entierro. No se trata tan solo de un evento religioso, que desde luego lo es, sino también un momento de encuentro y celebración para bilbilitanos y visitantes. Con el sonido de cornetas, trompetas, bombos y tambores resonando en las calles, la ciudad se transforma en un escenario vibrante donde la tradición se vive intensamente.