Las ganas de los sanroqueros y comarcanos se dejaron ver en las fiestas de la Vaquilla de Teruel
Los sanroqueros y peñistas entienden perfectamente la relación de hermandad de la capital de los Amantes con Calatayud y viceversa, una relación que viene de largo y que hace que tanto bilbilitanos se desplacen para disfrutar de la Vaquilla, como turolenses devuelvan la visita a tierras del Jalón en las fiestas de San Roque. Es una relación de “estar en casa”, a pesar de estar fuera y es que tanto unos como otros se encuentran totalmente integrados en ambas fiestas.
Esta ocasión de la Vaquilla ha sido un tanto especial puesto que también nos puede servir de termómetro para lo que pueden ser nuestras fiestas de San Roque tras los dos dichosos años de pandemia.
Desde Autobuses Martínez se informaba de que prácticamente han sido 700 los bilbilitanos que han utilizado este medio de transporte para desplazarse a Teruel y disfrutar del arranque de la vaquilla, una cifra más que importante que se dejaba, y mucho, notar el sábado en las calles de Calatayud, con mucha menos presencia de jóvenes. A esta cifra hay que sumar también todos los desplazamientos en vehículos particulares de comarcanos que acudían a disfrutar del ambiente de Teruel, por lo que no sería ninguna barbaridad afirmar que el sábado más de mil comarcanos estuvieron en la capital de los Amantes.
También de forma más institucional, el presidente de Interpeñas, Gerardo Bernal acompañado por el próximo Peñista del Año, Armando Pellejer acudieron a las hermanas fiestas de la Vaquilla. Como es habitual en Teruel fueron acogidos de la mejor manera posible, invitados a subir al balcón del Ayuntamiento a la hora del campanico y acompañar a la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, prueba evidente de la hermandad entre estas dos fiestas aragonesas y de ese sentimiento que nos acerca tanto entre Teruel y Calatayud.
