Mal partido de ambos equipos y una parada extraordinaria
A veces los encuentros no resultan tan atractivos como el aficionado quiere o pretende. En muchas ocasiones por que los dos conjuntos se centran más en defender que en atacar, quizás esto pudo ser lo que ocurría el sábado pasado en el partido que enfrentaba a Calatayud y Juventud. Dos equipos que decidieron más guardar la ropa que buscar otras soluciones. Con todo esto el partido no fue muy vistoso para los aficionados que vieron como ambos conjuntos centraron todos sus intentos en mantener la puerta cero.
Y lo lograron, aunque en esta ocasión el mérito total no fue de ellos sino de los porteros de ambos conjuntos y en especial de García, portero bilbilitano. Ambos a penas tuvieron que intervenir puesto que tan solo enumeramos dos ocasiones de gol, una por cada equipo, pero que ocasiones.
PUBLICIDAD
Lo de García fue un auténtico escándalo de parada en la que se le sumaron todos sus atributos: reflejos, elasticidad, potencia… Un auténtico paradón que hacía tiempo que no veíamos en un portero. Cabezazo a bocajarro, fuerte, como marcan los cánones de un buen rematador picado al suelo, y una mano prodigiosa del portero bilbilitano por alto, que bien vale para por si sola, presenciar un partido.
La otra ocasión en la meta contraria, con menos dificultades pero también una buena intervención.
Resultados y clasificación
