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Fútbol
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El Calatayud pierde por 0-2 contra el Quinto y cae a puestos de descenso


Haría bien la directiva en los partidos que le restan por jugar al conjunto del Jalón de jugarlos todos fuera de casa. ¿Quién sabe? A los rivales les vendría bien no hacer el desplazamiento y nosotros, al menos, tendríamos alguna oportunidad de puntuar.
La historia del domingo fue la misma que lamentablemente en esta campaña no les hemos parado de contar cuando jugamos en casa. Ni mejor, ni peor. Sencillamente la misma. Y es que para cualquier equipo es prácticamente insostenible llevar la mochila de los resultados que se logran en campo propio. El dato, demoledor: de 33 puntos jugados el Calatayud tan solo ha sido capaz de sumar 7.
Un Calatayud que no sabe llevar el peso de los partidos en el campo de San Iñigo. Que no es nuevo, que lo llevamos repitiendo jornada tras jornada cuando se juega en casa.
Escribir del partido del domingo es repetir tantas y tantas crónicas esta campaña. El equipo rival, justito, como casi todos. A defender y a buscar alguna jugada a balón parado. Si a esto le sumas la inconsistencia del Calatayud el resultado es la práctica garantía de sumar.
Los de Quinto ya tuvieron su primera oportunidad en el arranque del encuentro con una gran intervención de Sergio, que de largo está siendo el mejor jugador del conjunto. Un portero que nos ha sumado puntos y que posiblemente se encuentre entre los tres mejores de la Preferente. Después de esa ocasión, la nada por parte de los dos conjuntos hasta que llegó el minuto 28. Falta lateral centrada al segundo palo y Budría que remata de cabeza completamente solo. Jugada a balón parado y premio para los verdes que con tan solo pertrecharse atrás tenían y tuvieron bastante.
De esta manera se llegaba al descanso.
Si alguien podía pensar que el segundo tiempo mejoraría al primero, y con poco hubiera bastado, se equivocó. El Quinto jugó cómodo. Siete hombres atrás y a despejar de cabeza y “gorrazo” a ver si lo pescaba alguien. Ni más ni menos. Pero es que el Calatayud fue peor, incapaces de jugar por fuera y mucho menos por dentro. Si no ofreces recursos por las bandas y tampoco por dentro, solo dos soluciones, que coja un balón Panocha y se invente algo o alguna jugada a balón parado. Para colmo de males, el colegiado (que más adelante escribiremos de él) expulsaba a Sellares en el minuto 56. Tampoco es que fuera muy importante, no por el central sino porque el Calatayud aun con diez debería de haber sido superior a su rival.
Ricardo Ballestín metía a Diego en el centro del campo y el medio centro fue el único jugador que entendió cual es la posición de un medio centro. Incrustado entre los defensas buscó el balón para iniciar jugadas, pero nadie lo acompañó. Ningún jugador del equipo intentó acercarse para combinar en corto e iniciar una elaboración, ninguno, no, el único que lo intentó fue Panocha, al que no se le puede pedir que inicie jugada y termine. Al final y ante la imposibilidad de poder asociarse Diego tenía que hacer lo de todos, golpear hacia arriba y rifar el balón.
El segundo tanto visitante fue ya prácticamente una anécdota con un Calatayud totalmente descompuesto sin prácticamente defensas. Contragolpe y gol. Lo pudieron marcar antes, pero fallaron lo imposible.

El colegiado
Capítulo aparte merece la actuación del árbitro, Alberto Martín. No fue el culpable de la derrota del Calatayud, la culpa es nuestra propia incompetencia para llevar el peso de los partidos y la falta de juego, o bien porque se manda, o porque lo que manda el entrenador los jugadores no lo llevan a la práctica. El colegiado tuvo dos varas de medir y perjudicó en todo momento al equipo de casa. Como ejemplo una jugada que se producía en la primera mitad. Panocha al borde del área se marchaba en solitario, es derribado por un defensor, el colegiado ve la falta y cuando se da cuenta de que pitarla significaba expulsar al central del Quinto decide no pitarla. En la segunda mitad no tuvo piedad con Sellares mostrándole una segunda tarjeta amarilla en una jugada en la que ni siquiera hizo falta. El árbitro fue tan malo como el fútbol que practicaron los dos contendientes.

La situación
Con 20 puntos y en puestos de descenso el Calatayud necesita sumar y conseguir una distancia respetable respecto a estos puestos de descenso. De lo contrario lo pasaremos mal, muy mal. Un Calatayud que no está acostumbrado a nadar por aguas tan farragosas y en clara descomposición.
En la próxima jornada los bilbilitanos visitarán el campo del Herrera, conjunto que cuenta con diez puntos más que el Calatayud y que todavía está pellizcándose de la situación tan tranquila que ocupa en la table.

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