Los agricultores y ganaderos de Aragón (con nuestras comarcas incluidas) han preparado una jornada festiva y de manifestación para el sábado 27 de abril en Zaragoza
Resulta curioso como sobre el papel a todas las administraciones les preocupa la despoblación y la pérdida de habitantes en nuestros pueblos, algo que está ocurriendo constantemente y que podemos apreciar, por ejemplo, en la comarca de Calatayud: envejecimiento poblacional, sin prácticamente relevo, pocos jóvenes y quizás falta de salidas laborales, algo que obliga en muchos casos a salir y buscar un mejor futuro lejos de nuestros pueblos. Esta es la realidad de nuestras localidades, en las que en muchas de ellas tan solo resisten los más mayores a la espera del verano, puentes o fines de semana que son las fechas en las que el que está fuera acude de nuevo al pueblo.
Los pocos que resisten guardan relación con el mundo de la agricultura y la ganadería o en el desguazado sector servicios. Y estos cada día tienen más problemas para subsistir en el intento de hacer rentables sus explotaciones.
Unos ganaderos y agricultores cansados de tanta burocracia, de tanto papeleo, de ayudas europeas que no palían las perdidas y sobre todo de lo permisivo que es la Unión Europea con los productos de terceros países y de la gran cantidad de control que tienen que tener los productores europeos.
Desde febrero reclaman igualdad en el trato, precios justos y sobre todo que les den la opción de seguir trabajando sin tener que hacerlo a pérdidas.
AEGA
Fruto de estas manifestaciones espontaneas de la gente del campo ha nacido a nivel regional la Asociación “Aragón es Agricultura y ganadería (AEGA). Una entidad que ha organizado para el sábado 27 de abril una manifestación en Zaragoza, que como nos indica uno de los asociados, Alberto Peña, “A las once estaremos en la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro y marcharemos de forma pacífica hasta la calle San Pedro Nonasco”.
No se conforman, y en esta ocasión, además, quieren y pretenden que estén acompañados por asociaciones, familias y vecinos de los pueblos. “Nos gustaría pasar una jornada semi festiva y que no tan solo estemos los agricultores y ganaderos, sino que nos acompañen nuestros hijos, hijas, nuestra familia…, ¿y por qué no?, también nuestros vecinos. El futuro del campo es el futuro de nuestros pueblos”.
Y así es, el futuro de nuestros pueblos depende en muchos casos del futuro de la actividad económica que en ellos se realiza, y sin opciones laborales la vida en los pueblos se torna a lugar donde habitan personas mayores o a lugares de recreo en tiempos delimitados, y sin gente no hay servicios y sin gente y servicios termina la vida.
Nos encontramos en muchos pueblos con asociaciones y comisiones que se encargan de dinamizar la vida social de los mismos, unas asociaciones que tienen también la oportunidad de apoyar y acompañar a este sector tan castigado y que en muchos casos el futuro de los pueblos.
Multas y sanciones
En el caso de la comarca de Calatayud, muchos ganaderos y agricultores se han encontrado con multas y sanciones tras las protestas que realizaron desde el mes de febrero. En algún caso las multas superan los 5.000 euros de sanción. Por si tuvieran poco con sus explotaciones, por protestar, dejarse oír y manifestarse si nada cambia tendrán que hacerse también cargo de este desembolso. Manifestaciones que en su mayoría, y en relación a nuestras comarcanas cercanas han estado marcadas por la falta de incidentes y por colaborar con las fuerzas de orden público a la hora, por ejemplo, de cortar la carretera y hacerlo de forma alternativa y por espacios de tiempo cortos, para que estos cortes tampoco supusieran agravios importantes para los conductores. Muy lejos de otro tipo de manifestaciones que hemos podido ver en otras ocasiones y en otras regiones con cortes indiscriminados de carreteras, quemas o desperfectos. Aquí todo ha sido con sumo cuidado.
Pues bien, a pesar de eso, a pesar de las pérdidas, a pesar de los días sin trabajar por defender sus derechos ahora llegan multas de más de 1.000 euros y en algunos casos cercanos a los 5.000. Y la pregunta es, ¿no existe solución? ¿Y si la hay, porqué no se lleva a cabo?
El sábado, 27 de abril en Zaragoza, debería de ser no tan solo el día del campo aragonés sino el día de los pueblos aragoneses.