Para los días 10 y 11 de mayo la Asociación de Mujeres La Devanadera prepara una jornada para recuperar un antiguo prensador de uva. Torrijo cuenta con 394 bodegas-cuevas
La riqueza de nuestros pueblos se encuentra principalmente en sus gentes y en las ganas que en muchos lugares ponen a la hora de recuperar la historia de las localidades y de organizar actividades culturales. Es el caso de Torrijo de la Cañada, que a través de la Asociación de Mujeres La Devanadera nos presenta una idea, un objetivo y la ilusión de recuperar la historia, el pasado y mantenerlo.
Torrijo de la Cañada históricamente ha tenido una estrecha relación con la cultura vitivinícola, de tal manera que tal y como nos cuenta una miembro de la Asociación La Devanadera, Esmeralda Lázaro, “en el 2019 se enumeraron las bodegas-cuevas que hay en la localidad y la cifra llegó a las 394”. Por lo tanto Torrijo cuenta con cerca de 400 edificios-cuevas, muchas de ellas bodegas.
Desde la Asociación y sin marcarse un periodo de tiempo van a trabajar con el objetivo de recuperar estas cuevas-bodega y de esta manera mantener la historia de la localidad, lugares cargados de memoria y tradición vitivinícola, algunas de ellas cuentan con eras, prensadores, cuevas y depósitos.
Limpieza colectiva
El primer paso lo van a dar este próximo fin de semana, el sábado 10 y el domingo 11 de mayo. Se trata de una jornada en la que los voluntarios que acudan comenzarán la limpieza de un antiguo prensador de uva en el cerro de las Bodegas de Torrijo de la Cañada. Este fin de semana estará dedicado al trabajo de limpieza del entorno.
Las jornadas comenzarán a las diez de la mañana en el cerro de las Bodegas y todo aquel que suba a colaborar podrá quedarse también a comer a cargo de la Asociación. Para apuntarse a la actividad hay que escribir a cualquiera de estos dos teléfonos: 630 20 76 71 / 626 20 26 12.
Una vez limpio a seguir con el proyecto
En esta jornada todos los voluntarios que acudan a la cita ayudarán a limpiar ese entorno, pero el objetivo es recuperar por completo el espacio para convertirlo en una aula viva de arquitectura vernácula: piedra seca, tapial, suelos de canto rodado…, se irá realizando a través de un curso que la asociación preparará para el mes de junio.