El acto, que tuvo lugar el 21 de agosto, se convertía en una de las presentaciones más relevantes de la historia de la localidad
El pasado sábado, 21 de agosto, a las 19.00 horas, tenía lugar en el teatro Juan José Lorente de Villarroya, la presentación del libro escrito por Fermín Ezpeleta que resume la vida de Alejandro Gargallo González de Agüero, maestro y escritor republicano. Un acto que contó con una notable presencia de personas en una instalación lo suficientemente amplia y que se convertía en una de las presentaciones de más relevancia de la historia de la localidad.
En la presentación intervenían: Eugenio Torrubia, alcalde de la localidad que ofreció unas palabras de bienvenida y despedida; el editor del libro, Joaquín Campo de Taula Ediciones; Lidia Gracia Aguarón, en representación de la familia y el autor del libro, el Doctor en Filología Hispánica, Fermín Ezpeleta Aguilar, el que argumentó sobre la relevancia del personaje que trascendió a la esfera local y regional y de su parte pedagógica. Como invitada especial asistía la alcaldesa de Villalengua y Senadora, Ana Isabel Villar Lechón, puesto que el protagonista del libro nacía en Villalengua.
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En el libro nos encontramos con la historia de la vida de este maestro de “pueblo”, que comenzó a impartir enseñanzas en varias localidades asturianas, que trabajó también en Calatayud, en Calamocha y que acabó en Cataluña. Un maestro con un marcado carácter social y que según nos cuenta el autor del libro, “en el 39 fue separado del cuerpo de maestros y encarcelado en Badalona”.
Una vida difícil para un maestro, sindicalista, escritor. Un repaso por el primer tercio del siglo XX tras la mirada de un maestro de pueblo con muchas inquietudes sociales y políticas, lleno además de testimonios de personas que todavía lo recuerdan y sobre todo de una vida difícil en tiempos complicados. “Cuando fue encarcelado en Badalona su mujer se refugió en Villarroya de la Sierra. 40 días después de que lo pusieran en libertad, su mujer fallecía. Después volvió a Calamocha donde a pesar de no poder ejercer como maestro creó su propia academia en la localidad. Todo un personaje, de los muchos prácticamente anónimos que sin embargo dejó una huella importante a través de su dedicación, su amor a su profesión y sus colaboraciones periodísticas en muchos medios nacionales”.
Alejandro Gargallo desprende un perfil de maestro que funde pedagogía e ideario político, al modo de otros compañeros de profesión de su tiempo que no pueden sustraerse a unir la misión magisterial y el compromiso social.