Belén Viviente para el sábado 18 de diciembre. Más de 100 actores, más de 700 personas compartiendo esos momentos en una iniciativa que partió del mismo pueblo
Quienes piensen que no existe vida lejos de las grandes ciudades está totalmente equivocado. La hay, es eficaz, dinámica y sobre todo colaborativa. Esta si que es la verdadera realidad de nuestros pueblos, gentes comprometidas y con ganas de seguir adelante. Y para ello, en muchas ocasiones no es ni siquiera necesaria la colaboración de instituciones. Basta con sus gentes. Basta con sus pobladores. Este es un claro ejemplo, Miedes de Aragón y su Belén Viviente que se representará el próximo sábado, 18 de diciembre. Un Belén, que también tiene su historia y que en la medida de nuestras posibilidades les contamos.
La historia del Belén del Miedes
En esta bonita localidad de la comarca de Calatayud, tal y como nos cuenta Pilar Hernández, “nuestro Belén Viviente se hacía desde hace muchos años en la Escuela, lo hacíamos los chicos y chicas del pueblo. Un día un grupo de personas recordamos esas vivencias de nuestra niñez, y lo bien que nos lo pasábamos preparando ese Belén Viviente. Fue recordar ese espacio de nuestra niñez y ponernos a escribir guiones sin pensar en nada más. Después ideamos recuperar el Belén puesto que hacía años que no se realizaba en la escuela. Lo recuperamos y son ya cuatro años los que venimos representándolo”.
Esta por lo tanto será la cuarta edición desde que este grupo de personas tras una reunión de amigos decidieran volver a realizarlo. Poco a poco se les fueron uniendo más personas del pueblo e incluso distintas Asociaciones como la de Mujeres que consiguió recuperar los trajes de los actores o la Asociación de Mayores, que ayudan con la decoración de las escenas y las calles. Poco a poco la idea de unos pocos se convirtió en una idea conjunta de todo un pueblo.
¿Qué nos encontraremos si nos acercamos?
La representación del Belén Viviente comienza a las cinco de la tarde en el Convento, como nos indica Pilar, “es el único escenario de los 17 que componen el Belén que se realiza en un espacio cerrado”. A partir de ese momento el belén recorre distintas calles de la localidad con esas 17 escenas teatralizadas, en las que tampoco falta el humor y el buen ambiente.
A pesar de que se realiza en su mayor parte al aire libre los más de cien actores que intervienen piden que todo el mundo que acuda para verlo lo haga con su correspondiente mascarilla.
Cada año el Belén es distinto puesto que cambian los diálogos, las escenas y además incluso se recuperan utensilios de antaño como cuenta Pilar Hernández. “Este año, por ejemplo, hemos incorporado una nueva escena de esquiladores, esto nos obliga también a recuperar herramientas del pasado”.
Pero lo más importante de todo es el trabajo y la capacidad de armonizar todo el recorrido de los más de 100 actores que intervienen. Para ello el trabajo es arduo puesto que llevan más de tres meses preparando la actuación. Eso si, cuentan con la recompensa de la gran cantidad de personas que acuden a verlo, según la organización, “el año pasado fueron más de 600 personas las que vieron el Belén”.
Un Belén que también es solidario
Desde que se retomó la idea de organizar el Belén, también el pueblo pensó en darle un toque solidario en estos tiempos de Navidad. El año anterior se recogió alimentos para entregarlos a una asociación. Este año, lo que se pretende es recoger regalos para entregarlos al programa de Aragón Radio “la noche solidaria”. Cada persona que quiera podrá entregar un regalo envuelto con el único requisito de que esté en buen estado y que en la parte exterior se indique los años más o menos del destinatario.
Una vez finalizada la representación se cuenta también con chocolate caliente para los visitantes y amigos que acudan a Miedes de Aragón.
Este fue el proyecto de un grupo de personas que recordando pasajes de su niñez pensaron en recuperar una tradición. Una reunión de amigos que ha desembocado en la participación de todo un pueblo, el de Miedes de Aragón.