Distintas tradiciones con el denominador común del fervor y la devoción
Con la celebración de un Concierto de Marchas Procesionales, como Homenaje póstumo a los fallecidos en los años 2020 y 2021 por Covid, y a los miembros de la Hermandad de la Soledad también fallecidos: Eduardo Lozano y Cástor Cantería, ambos miembros de la Junta de la única cofradía de la localidad y regidores de pasos procesionales.
Un concierto que en un principio se tenía previsto celebrar en el año 2020, coincidiendo con el 360 aniversario de la Constitución de la Hermandad de la Soledad, pero que por motivos ya conocidos por todos, fue imposible realizar. El concierto se celebró en la Iglesia atecana de Santa María y todos los asistentes coincidieron en lo emotivo que resultó, y en la magnífica interpretación realizada por la Agrupación Musical Atecana.
Los actos continuarán el próximo Jueves Santo con los oficios, y la entrada de los soldados romanos acompañados de cornetas y tambores para clausurar el monumento con su bandera (una representación muy llamativa que consigue despertar el interés de mucha gente que se acerca hasta allí para presenciarlo), posteriormente desde la Iglesia de Santa María saldrá en procesión el Cristo con la cruz a cuestas y desde la Iglesia de San Francisco la Virgen, para encontrarse en la Plaza de España y subir juntos en la famosa "Procesión del Encuentro" hasta la Iglesia Parroquial tras una lectura alusiva a este encuentro.
Después llega el momento de "La Hora Santa", una tradición que consiste en que desde el momento que finalizan los oficios del Jueves Santo, hasta el comienzo de los oficios del Viernes Santo, unas 16 horas, se lleva a cabo vela por parte de los hermanos de la Cofradía ante en monumento, con cambios cada media hora de entre dos y cuatro cofrades para velarlo.
El Viernes Santo es el día más importante de la Semana Santa de Ateca, los actos comienzan con el recuperado "Sermón de la bofetada" y con el "Pregón", una tradición muy antigua que se realiza para anunciar por todas las calles de la localidad que se va a celebrar el Santo Entierro por la tarde en la plaza del pueblo, y además también se aprovecha para pedir ayuda a los vecinos para poder celebrar este acto, una antigua forma de recaudación que se mantiene a lo largo del tiempo, y en la que participan entre otros, muchos niños vestidos de nazarenos junto con la banda de cornetas y tambores. Un recorrido que puede durar cerca de tres horas en muchos casos, pues son numerosas las paradas que se realizan en diferentes lugares, donde son obsequiados con limonada, torrijas o rosquillas.
También este día se llevan a cabo los oficios, y cuando finalizan es muy curioso y emocionante observar cómo los soldados romanos acompañados de la Banda de cornetas y tambores recogen la bandera. Un acto muy bonito realizado alrededor de la Iglesia y marcado con un paso lento en el que confluyen las cornetas y tambores de la Hermandad con las impresionantes melodías de la Agrupación Musical Atecana (que se situan en el Coro de la Iglesia). Así es como a través de la conocida como "Procesión Pasaclaustros" se conmemora el triunfo de la Cruz.
Pero sin duda si hay algo que caracteriza la Semana Santa de Ateca es la "Procesión del Santo Entierro", declarada de Interés Turístico Regional y cultural no solo por el acto en sí, sino también por los importantes bienes que se portan, como es el caso de los peirones por ejemplo (protegidos por su antiguedad). En ella participan más de 300 personas que representan desde el Antiguo y Nuevo Tesatamento hasta el Santo Entierro con cerca de 25 Pasos. Cabe destacar un paso significativo que es el que abre la procesión, se trata de "La Muerte", un esqueleto humano de verdad, que procesiona desde el año 1661 y se sabe que pertenece a una mujer que sufrió artrosis. "La Muerte" es llevada a hombros por los hermanos de la Cofradía y conmemora que todo ser humano pasa por la muerte con el fin de llegar a la resurrección, (también se puede ver en el Museo de Interpretación de la Semana Santa de Ateca, que se inauguró en el año 2016 y donde se recoge gran parte de lo que es la Semana Santa de Ateca).
Es importante recordar que la "Procesión del Santo Entierro" se desarrolla desde el año 1660, y que a pesar de que en aquella época en la localidad existía un Convento de Capuchinos y de monjas, el conocimiento de lectura y escritura de gran parte de la población no era mucho, y por tanto, la forma de entender y vivir la Pasión era y es a través de imágenes, representaciones, cuadros o banderas entre otros, precisamente uno de los motivos que hacen que esta procesión sea tan especial. La culminación de esta procesión es en la Plaza de España, donde se sella el féretro con cuatro soldados romanos situados en cada una de sus esquinas.
Por último el sábado se pone en práctica el acompañar a la Virgen en la Soledad, y tras esto se procede a desmontar, desvestir y guardar todas las Peanas que han participado en la Procesión para prepararse para la resurrección y próxima Semana Santa.