En esta localidad de la Comarca de Calatayud destaca esta manifestación religiosa que tiene lugar durante el Viernes Santo
La forma de vivir la Semana Santa en cada una de las localidades de nuestra comarca tiene denominadores comunes que marcan las distintas tradiciones, pero también cuentan con particularidades que las hacen especiales. En estas páginas de La Actualidad Comarcal destacamos algunos de estos actos que nos muestran el sentimiento y las particularidades de cada uno.
En Ibdes y dentro de los distintos actos que forman la Semana Santa destacamos algunos de estos actos que por su singularidad los hacen especiales, como el Vía Crucis que se realiza por las calles de la localidad al anochecer del martes, y en la que un vecino, que representa a Jesús carga con una cruz de madera rompiendo un silencio casi sepulcral los tonos y sonidos de bombos y tambores. En Jueves Santo y tras los oficios religiosos tiene lugar la tradicional procesión conocida como de "los judíos", en la que tres personajes vestidos con trajes rojos y capuchas negras recorren descalzos distintas calles de la localidad arrastrando unas cadenas.
EL ABAJAMIENTO
Dentro de estas manifestaciones culturales y religiosas destaca en Ibdes la jornada del Viernes Santo, y dentro de ella, el Abajamiento de Ibdes.
Después de los oficios religiosos de la tarde, las puertas de la iglesia se cierran para preparar esta manifestación religiosa, el Abajamiento, que, contrariamente a lo que podemos pensar, se trata de una palabra aceptada por la Real Academia de la Lengua.
En el presbiterio se prepara el Cristo clavado en la Cruz. Una figura articulada que se cubre con una tela oscura hasta que el sacerdote ordena ser descubierto para dar lugar al Abajamiento de Cristo.
El acto se inicia con la lectura, por parte del Predicador, del Pregón de las Siete Palabras y apoyándose en cada una de ellas, diserta sobre temas teológicos, sobre el pecado, la fe, etc.
1. Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen
2. Hoy estarás conmigo en el Paraíso
3. Ahí tienes a tu Hijo
4. Dios mío ¿por qué me has abandonado?
5. Tengo sed
6. Todo está consumado
7. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu
Tras la lectura de estas palabras el Predicador comienza la representación del Descendimiento de Cristo, en el presbiterio del Altar Mayor, a la vista del pueblo.
Desde el coro de la iglesia y llamados por el Predicador, aparecen Nicodemus y José de Arimatea, los Santos Varones, que junto con San Juan que los espera en las escaleras del altar, serán los encargados del desclavado del Cristo. Los Santos Varones avanzan hacia el altar ante la llamada del Predicador y son recibidos por San Juan. En una esquina del presbiterio se han colocado tres imágenes, San Juan, La Virgen y La Verónica. Los Santos Varones esperan las palabras del Predicador para dar comiendo la representación.
El Predicador arremete contra el pueblo, atribuyéndole la muerte de Cristo, acusándole de que, por sus pecados, Jesús es llevado a la cruz. Y en este instante comienza la representación teatral.
El Predicador, en un proceso inverso a como Cristo había sido crucificado, va indicando a los Santos Varones cómo deben ir despojando a Jesús de los atributos de la Pasión. Primero el cartel del INRI, después la corona de espinas, después con la ayuda de un martillo, el Predicador les ordena golpear el clavo de sujeta los pies a la cruz, primero con un golpe, les indica repetir el golpe hasta su total desclavado. Lo mismo harán con los clavos de las manos. Uno a uno, cada uno de esos atributos se los van enseñando al pueblo para que se arrepienta y pidan perdón a Dios e inmediatamente, se los presentan a la Virgen que, al verlos, llora y enjuga su llanto con un pañuelo bordado (accionado por unas cuerdas que hacen subir y bajar el lienzo cubriendo y descubriendo su rostro).
Por fin, se descuelga a Jesús de la Cruz y se muestra al pueblo su espalda ensangrentada y seguidamente se le enseña a la Virgen para seguidamente postrarlo en la "Cama", organizándose entonces, la procesión con todos los Pasos que recorrerá las calles del pueblo hasta llegar a la Plaza Mayor donde se representa el Santo Entierro. Una vez de vuelta a la iglesia, el cuerpo es depositado en el Monumento o Sepulcro.
En suma, una muestra más de la cultura, tradiciones y sentir religioso de una de nuestras localidades en la Comarca de Calatayud, en la que cada una de ellas encierra aspectos que las hacen únicas y dignas de ser visitadas en estos días festivos.
