COMARCAS.- Los “quintos” de distintas localidades de la zona “pingan el mayo”

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Una tradición que también se vuelve a recuperar en varias localidades de la comarca de Calatayud y del Aranda


Pingar el mayo. Una tradición que se suele realizar el último día de abril o el primer día de mayo y que es costumbre en muchas localidades principalmente de Aragón y Castilla y León. Se trata de colocar en la plaza un gran árbol que recibe el nombre de mayo.
Todos los pueblos, a lo largo de su historia, han sentido admiración por el renacer cíclico del mundo vegetal, por el final del invierno y el comienzo del buen tiempo, cuando la mayor parte de las plantas fructifican. Dentro de esta mentalidad, mayo es concebido como el mes del esplendor de la vegetación, el mes de las fiestas y el mes amoroso por excelencia. La tradición de pingar el mayo forma parte de una serie de ritos encaminados a conseguir una cosecha abundante, a celebrar el fin del invierno y a festejar la recolección de los primeros frutos.
En la comarca de Calatayud, el sábado 30 de abril serán los quintos de Ateca los que celebren este acto. En esta ocasión los quintos nacidos en 2002, 2003 y 2004 puesto que el Covid impedía realizar la actividad en años anteriores.
En Paracuellos de Jiloca se adelantaban un poquito y fue el fin de semana pasado en el que los jóvenes de la localidad realizaron la actividad, en este caso una hoguera en la plaza, que se complementó también con otra actividad tradicional como comer las uvas de fin de año, que también se recuperaba tras la pandemia. En este caso un fin de semana que registró numerosa presencia de jóvenes de la propia localidad y de otras poblaciones vecinas.

Brea de Aragón
En esta localidad de la comarca del Aranda, este próximo sábado “pingarán el mayo”, los jóvenes que en estos dos últimos años no lo han podido realizar y que por su edad les toca. Una actividad que tendrá lugar a las 12.00 horas de la noche.

Antiguamente el plantar el chopo  por los quintos era la fiesta de despedida de los jóvenes que entraban en filas para cumplir el servicio militar, una noche en la que se recorrían las casas de las quintas hasta la hora matinal esperando conocer el destino para cumplir con el servicio militar. Tras la supresión de la llamada mili esta tradición ha seguido manteniéndose en esta localidad de la Comarca del Aranda.
Este fin de semana también es aprovechado para reuniones de quintas y quintos que hace años que no se juntas por diversos motivos de la vida.
Un fin de semana de quintos y quintas de todas las edades de fiesta, en el municipio.