La Comunidad Educativa del CRA Mesa Piedra Alto Campillo solicita al Departamento de Educación, que se tenga en cuenta la singularidad de la escuela rural, y no sólo criterios numéricos
La comunidad educativa del Colegio Rural Agrupado (CRA) Mesa Piedra Alto Campillo ha solicitado al departamento de Educación del Gobierno de Aragón que no se suprima una plaza de profesor en el CRA, ya que esto supondrá grandes complicaciones para organizar los grupos multinivel de un modo “viable” para su adecuada atención educativa. En un centro de las características del CRA, considerado de difícil desempeño, deberían tenerse en cuenta otros criterios para la asignación de cupo, y no solo el número general de alumnos.
De este modo, las Ampas y los ayuntamientos afectados han enviado al Servicio Provincial de Educación sendas cartas para reclamar que se mantenga la actual dotación de recursos humanos y de unidades del CRA durante el curso escolar 2022-2023, “para poder ofrecer a nuestros alumnos la seguridad y continuidad de una escuela en positivo, que no peligre cada año, una escuela que sume a sus localidades”, ofreciendo a su alumnado una escuela igualitaria. El centro educativo también han presentado alegaciones al respecto.
La comunidad educativa ha recordado que el pasado 20 de junio, en claustro de profesores y en el Consejo Escolar, se comunicó la decisión administrativa de suprimir una unidad administrativa en el CRA y la disminución del número de profesorado. En el CRA, en los centros de Nuévalos, Ibdes y Jaraba, estudian unos 66 niños, de los que el 30 por ciento son alumnos con necesidades de apoyo educativo.
“Las administraciones locales, autonómicas y estatales promueven constantemente el asentamiento de población en las zonas rurales para frenar la despoblación y, en este sentido, el pilar más importante es dotar a los municipios de una escuela de calidad, con suficientes recursos humanos y materiales”, han recalcado en sus escritos.
El CRA Mesa Piedra Alto Campillo es un centro “de difícil desempeño”, que acoge en sus tres centros a alumnos de siete municipios. “Se requieren determinados aspectos de atención a nuestro alumnado para combatir la brecha social y favorecer la inmersión lingüística”, han señalado. La desaparición de una unidad en el CRA y la merma en los recursos humanos, generará grupos muy numerosos, con gran cantidad de niveles en las mismas aulas, alumnado con desconocimiento del idioma, con necesidades específicas o con dificultades detectadas y pendientes de valoración.
Por ello, han dejado claro que respetan los criterios establecidos por los que se rigen las horquillas en cuanto al número de alumnado y profesores por aula, “pero deberían de tenerse en cuenta otros aspectos muy importantes, como son las características particulares del alumnado y el entorno”. “No todo deberían ser criterios numéricos para evaluar estas decisiones”, han aseverado, para advertir de lo “frustrante que es estar pendiente, año tras año, del número de alumnos que perdemos en el siguiente curso y estar todo el verano pendientes de una horquilla para saber si vamos a perder un aula, un profesor o incluso la escuela”.
“Pedimos que nuestro caso sea estudiado a fondo antes de recurrir a una solución por fríos criterios numéricos, y que nuestras alegaciones sean tenidas en cuenta, porque el medio rural necesita el apoyo de la administración urbana”, han aseverado. “No somos solo números, somos ciudadanos que, solo por el hecho de vivir en el medio rural, necesitamos el apoyo, y la comprensión de la administración autonómica, para garantizar la supervivencia en nuestros pueblos” han concluido.