Los pequeños detalles de nuestros pueblos que nos enriquecen
En esta ocasión viajamos hasta la localidad de Ibdes para escribirles de una iniciativa que comenzó hace un año en la localidad y que desde entonces está funcionando gracias a la implicación de sus integrantes, un club de lectura.
Con pluma y papel
En noviembre del año pasado un grupo de personas decidían en esta localidad crear un club de lectura, una de sus integrantes, Ana Esteban nos cuenta la idea del proyecto. “Pensamos en crear un club de lectura con la intención de juntarnos algunas personas alrededor de los libros, lo pusimos en marcha y nuestra sorpresa fue que en la primera reunión física que hicimos ya estábamos 7 personas, desde entonces el grupo ha ido creciendo”.
El objetivo principal de estas reuniones que suelen ser mensuales, es la de poner en común la lectura de un libro, leerlo y después poner en común las opiniones vertidas para cada uno de los socios. Quizás sea este el motivo principal pero no el único puesto que tal y como comenta Ana Esteban, “a través de la lectura del libro y de su puesta en común conseguimos también intensificar las relaciones entre los socios, con edades que van desde los 30 a los 75 años”.
Sin parar de crecer
Lo que en un principio fue una idea sin muchas pretensiones poco a poco ha ido creciendo tanto en el número de socios como en las actuaciones que se realizan. “Lo anunciamos en redes y de 7 personas que acudimos a la primera convocatoria, en la actualidad nos solemos juntar de forma física más de 20 y unas 10 personas más que se conectan online”.
Las reuniones se suelen realizar los sábados por la tarde, en las mismas se proponen las lecturas de distintos libros y entre todos se elige el libro a leer. Algunos socios compran el libro en cuestión y otros los consiguen a través de préstamos en bibliotecas municipales de Zaragoza. Como afirma Ana Esteban, “incluso vecinos que normalmente residen en Zaragoza intentan dejarse esos sábados libres para acudir al pueblo los días de reuniones”.
Y lo cierto es que para una localidad de alrededor de 300 personas el contar ya con 30 socios de lectura es una cifra importante.
En estas actividades de lectura también se han puesto en contacto con algunos escritores, como el caso de Carmen Santos, que hasta en dos ocasiones se ha prestado para conectarse de forma online con el grupo y comentar detalles y visiones de dos de sus trabajos.
Las reuniones las realizan en la sala polivalente del Polideportivo después de que el Ayuntamiento les cediera este espacio de reunión y les facilitara el montaje y organización de la sede.
El “amigo invisible para Navidad”
El próximo libro que leerán los integrantes de este club de lectura es “Mujeres que compran flores”, una novela sobre la amistad entre cinco mujeres muy distintas. Además, desde el club tienen previsto de cara a la Navidad emular al “Amigo invisible”, cada socio del club elegirá un libro, que envuelto lo regalará a otro miembro del club.
Una bonita iniciativa que nació sin muchas pretensiones pero que poco a poco se está afianzando en esta bonita localidad de la comarca de Calatayud. Un punto de encuentro no tan solo entorno a la lectura y a los libros sino también para abordar muchísimos temas tanto de la vida cotidiana de la localidad, como de cualquier otro tema. Y es que los libros, también pueden facilitar la socialización.
