La Semana Santa de Ibdes destaca por la singularidad de muchos de sus actos y las particularidades que los hacen especiales
Es el caso por ejemplo de su Vía Crucis, cuando una vez caída la noche, un vecino representando a Jesús y cargando una cruz de madera, recorre las calles de la localidad en un sepulcral silencio, sólo roto por el sonido de bombos y tambores.
También cabe destacar la "Procesión de los judíos" que tiene lugar en Jueves Santo tras los oficios religiosos, y en la que tres personajes vestidos con trajes rojos y capuchas negras recorren descalzos arrastrando unas cadenas las calles de la localidad.
Pero si en Ibdes hay un acto verdaderamente especial, particular y emotivo sin duda alguna es "El Abajamiento" que tiene lugar en Viernes Santo, después de los oficios religiosos de la tarde. Esta curiosa palabra, aceptada por la Real Academia de la Lengua, es la que se utiliza por todos los vecinos para dar nombre a este singular acto que se celebra dentro de la Iglesia, donde se encuentra clavado en su Cruz un Cristo articulado cubierto con una tela oscura, hasta que el sacerdote da orden de descubrirlo y bajarlo de la Cruz. Se trata de una representación teatral, en la que se va desclavando a Jesús frente a las imágenes de San Juan, La Virgen y la Verónica. Tras descolgarlo, se postra en la "Cama" y se procede a realizar ya la procesión con todos los Pasos hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se representa el Santo Entierro. Una vez de vuelta a la Iglesia , el cuerpo es depositado en el Monumento o Sepulcro. Sin duda estos actos, junto con los más tradicionales y conocidos, hacen de la Semana Santa de Ibdes un momento único para visitar la localidad y conocer todos sus encantos.