COMARCA.- Caballeros y Damas misteriosos en un templo por descubrir y publicitar

El coro, en el ábside, oculto tras el altar mayor, presenta dos órdenes de sillerías talladas en 1640

La comarca y sus gentes
Tipografía
  • Más pequeño Pequeño Mediano Grande Más grande
  • Predeterminado Helvetica Segoe Georgia Times

Una Orden mítica, los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro



A caballo entre la ficción y la realidad, entre lo humano y lo divino, entre la fe o el estudio, nos encontramos con un edificio en Calatayud que posiblemente esté todavía por conocerse adecuadamente, la Basílica del Santo Sepulcro y su relación con una Orden Medieval quizás algo mitificada, y desde luego posiblemente también un tanto idealizada a través de las novelas históricas, la Orden del Santo Sepulcro. Mito, leyenda o realidad, puesto que de todo hay en “la viña del Señor”.
El próximo sábado, 20 de abril, tendrá lugar en la Basílica del Santo Sepulcro el Capítulo General de la Orden. Una jornada a la que acudirán alrededor de 200 personas entre caballeros y damas, que tendrán como denominador común estrenar este año su condición de Caballero o Dama, son los que han entrado a lo largo del 2023.
En todo el mundo la Orden cuenta con unas 30.000 personas entre Caballeros y Damas y alrededor de 2.000 en España.

Casa Madre de la Orden
Realidad es que en el mundo existen dos Casas Madre de la Orden, una de ellas en Jerusalén, y la otra, como primera lejos de Tierra Santa, la de Calatayud.
Realidad es también que las dos están dedicadas a la pasión, muerte y resurrección de Cristo. A través de los distintos retablos el templo está dedicado a representar los últimos siete días en la vida de Jesús, características que lo convierten como único en el mundo.

Los orígenes de la Basílica
El templo tiene sus orígenes a partir del testamento de Alfonso I El Batallador, “dejo por mi sucesor y heredero al Sepulcro del Señor, que está en Jerusalén, y a los que están en su custodio y guardia y allí mismo sirven a Dios”.
Este testamento era excesivamente idealista e imposible de cumplir, por lo que se nombra heredero del Reino al hermano de Alfonso I, Ramiro, el Monje. Éste tendrá una hija, Petronila.
En 1140 el canónigo regular del Santo Sepulcro de Jerusalén Frey Giraldo, en nombre de la Orden, renunciaba a los derechos de ésta a cambio de distintos territorios o encomiendas por el incumplimiento del testamento. Así, en enero de 1146 Ramón Berenguer IV concede distintos terrenos a la Orden, sobresaliendo entre ellos Calatayud. Aquí arranca la verdadera historia del templo como lo demuestra un documento original fechado en enero de 1146 y que se custodia en la propia Basílica.
El templo y su primera construcción fue en 1156. En el siglo XIV se construía una nueva iglesia de estilo mudéjar derribando la anterior románica.
En el siglo XVII se llevaba a cabo la última gran obra de la Colegiata a través del arquitecto Gaspar de Villaverde y con influencia de Juan de Herrera, dando lugar al actual templo.

Los caballeros y Damas
La orden, al igual que todo lo relacionado con la historia medieval quizás esté un tanto mitificada aunque desde  el gran Magisterio aclaran que “los orígenes de la Orden permanecen oscuros, aunque una tradición sin fundamentos documentados los sitúan en la primera cruzada”.  Cuentan también que los primeros documentos fechados la sitúan en 1336 y que desde entonces ha mantenido una relación jurídica y de organización con la Santa Sede.
La organización actual de la Orden cuenta con alrededor de 30.000 Caballeros y Damas organizados en unas 60 lugartenenencias
El compromiso espiritual de los miembros va acompañado por un gran apoyo de una ayuda económica a favor de la Iglesia que se encuentra en Tierra Santa, en particular del Patriarcado latino de Jerusalén, pero no solo ella. El Gran Prior de la Orden es el Patriarca latino de Jerusalén.
Para coordinar el conjunto de la Orden, a nivel universal, se encuentra el Gran Maestre – un cardenal designado por el Papa – rodeado por un consejo de gobierno cuya sede se encuentra en Roma, es lo que se llama el Gran Magisterio. El ejecutivo del Gran Magisterio está constituido por el Gobernador General, cuatro Vicegobernadores y el Canciller de la Orden. El gobernador General sigue las cuestiones de organización estructurales y materiales, especialmente las actividades sociales y caritativas en Tierra Santa. El Maestro de ceremonias guía y asiste al Gran Maestre para la expansión espiritual de la Orden. También forman parte del Gran Magisterio el Asesor y el Lugarteniente General.
Los mandatos respectivos de todos los responsables de la Orden están fijados en cuatro años pudiéndose renovar una sola vez.
En España, la Orden cuenta con dos Lugartenencias: la Lugartenencia de España Oriental, cuya demarcación territorial coincide aproximadamente con los territorios de la antigua Corona de Aragón, el Reino de Navarra y el Principado de Andorra (esto es, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Navarra y Andorra), y la Lugartenencia de España Occidental, cuya demarcación territorial abarca el resto de regiones españolas y coincide aproximadamente con los territorios del antiguo Reino de Castilla y León.
La Casa Madre de la orden está en Calatayud y es como se ha descrito anteriormente la primera fundación fuera de Jersusalén.

¿Cómo hacerse miembro de la Orden?
Hacerse miembro de la Orden significa asumir, de por vida, el compromiso de testimonio de fe, practicar la vida cristiana comprometida y de compromiso caritativo continuo para el apoyo moral y  material con las comunidades cristianas de Tierra Santa, trabajando con discreción, según el verdadero espíritu de servicio generoso que caracteriza a un cristiano.
La persona que entra en la Orden desea efectuar una actividad de servicio a favor de la Iglesia católica y de caridad a través de iniciativas promovidas para preservar la presencia cristiana en Tierra Santa, con una dinámica de diálogo y paz con los fieles de otras tradiciones religiosas. No se trata de entrar en la Orden para hacerse miembro de una prestigiosa institución para poder vanagloriarse de un “estatuto” u obtener beneficios y ventajas personales.
Para ser candidato se necesita la recomendación de otra persona que pertenezca a la Orden, aunque a veces no es necesario. El Delegado y el Presidente de la Sección territorialmente competente, después de un primer encuentro estudian las referencias del candidato. Si todo parece compatible con las condiciones requeridas, el candidato podrá comenzar un periodo de formación que suele durar unos doce meses. Después de haberlo realizado con éxito, el candidato podrá presentar una petición de admisión a través de la Lugartenencia de pertenencia.

publicidad
publicidad
publicidad
publicidad
publicidad
publicidad
publicidad