Están dotadas con 4.000 euros cada una de ellas y beneficiarán a cuatro jóvenes.
Cuatro estudiantes de Grados Universitarios y que tienen su residencia en la comarca de Calatayud contarán este curso 2023-2024 con una de las cinco becas de la Fundación Lavilla Montón. El patronato de esta entidad con fines sociales aprobó la dotación de 20.000 euros para la concesión de cinco becas pero, puesto que las solicitudes fueron menos, una de las cinco becas de este año se sumará a las cinco que se convoquen para el próximo curso, de manera que serán seis los estudiantes que entonces puedan recibirlas.
Estas ayudas van destinadas a estudiantes que cursen enseñanzas universitarias en el sistema universitario español y en centros españoles. Son requisitos para acceder a ellas: que los jóvenes residan en la comarca Comunidad de Calatayud, que cumplan las condiciones económicas y académicas establecidas en la convocatoria, y que no estén en posesión o no reúnan los requisitos legales para obtener un título del mismo nivel o superior.
Los solicitantes deberán haber obtenido en el curso anterior una nota media superior a 6 puntos, y se establecen distintos umbrales en la renta familiar para poder optar a la convocatoría, según sean familias de un miembro y hasta de ocho.
La selección de los beneficiados corresponde a un comité, del que forman parte los miembros del patronato, la concejal de Educación del Ayuntamiento de Calatayud, Olga Romacho, así como las directoras de los dos Institutos de Educación Secundaria, Emilio Jimeno y Leonardo de Chabacier.
El plazo para solicitar las becas se abre en agosto y finaliza en septiembre y se puede remitir la documentación necesaria a través del email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Desde el Patronato de la Fundación Lavilla Montón hacían hincapié en que los jóvenes que vayan a empezar estudios universitarios en próximos cursos contemplen la existencia de esas becas. Además, para su concesión se da prioridad a quienes ya pudieron disfrutarla el año anterior de forma que tienen continuidad. También se considera si el solicitante tiene voluntad (que no compromiso) de que una vez haya terminado los estudios y su situación laboral o profesional se lo permita quiere contribuir con la Fundación para dotar nuevas becas.