Las previsiones son que la situación de riesgo por incendio continúe durante todo el verano
En los últimos días estamos asistiendo a numerosos incendios por nuestra zona, algunos realmente importantes como el de Castejón de Tornos, y otros que no han llegado a mayores por el rápido trabajo de los operativos de extinción de incendios. Una situación, que según las previsiones va a seguir a lo largo de todo el verano puesto que ha llovido muy poco en mayo y junio que unido al calor, el viento y el combustible de los montes hace que la situación sea complicada y de riesgo.
Dentro del operativo que trabaja en la extinción de un incendio se encuentran los Agentes de Protección de la Naturaleza, que posiblemente sean los que mejor conocen el terreno. En nuestra zona, Marilo Val, es la Coordinadora Medioambiental en las comarcas de Calatayud y del Aranda. Unos profesionales que no tan solo han acudido a los incendios de la zona sino a otros puntos de la geografía aragonesa, “hemos participado en la extinción de incendios como el de Nonaspe, Castejón de Tornos, Pradilla, Mainar…, tenemos 6 retenes de tierra en Calatayud y una cuadrilla helitransportada en Brea de Aragón, y en estos incendios hemos acudido para hacer turnos y relevos”.
43 incendios en lo que llevamos de año en la zona
En lo que se lleva de año han tenido que acudir operativos de extinción de incendios ya a 43 fuegos para sofocarlos en nuestras comarcas, una cifra realmente importante teniendo en cuenta que el verano acaba de comenzar. Incendios como el de Pietas, que como indica Mariló, “prácticamente ya cogía la ladera de la Sierra Vicor”, Munébrega, barranco de las Pozas, Ateca, Bubierca, “que se paró el incendio literalmente a 40 metros del pinar Montenuevo y que de haberlo alcanzado hubiera supuesto un verdadero desastre medioambiental”, Alconchel-Torrehermosa, Monreal y Pozuel o Tobed entre otros.
5 estaciones controlando
En la comarca de Calatayud se cuenta con cinco torres de vigilancia situadas en las zonas más altas de la comarca: Pico del Rayo, Virgen de la Sierra, San Cristóbal, Campillo de Aragón y Alto de la liebre. Estos puestos de vigilancia suelen ser los primeros en descubrir el incendio y dan aviso inmediatamente al 112. En ocasiones estos avisos también llegan por parte de la ciudadanía.
Recibido el aviso se monta inmediatamente el operativo en el que intervienen distintos colectivos como bomberos, protección civil, guardia civil…
Una vez llegados al incendio y como nos cuenta Mariló Val, “nos encargamos de la dirección en la extinción puesto que normalmente somos los que mejor conocemos la zona. Situamos al operativo en los distintos flancos, valoramos los medios que vamos a necesitar situándolas en flanco izquierdo, derecho, cabeza o cola, y además sabemos donde está el terreno más peligroso. Es una situación además de peligrosa para el medio, para los trabajadores del operativo y donde se genera mucho estrés”.
Prudencia y sentido común
En la extinción de incendios lo más importante es la prevención de los mismos. En este sentido los montes ya no cuentan con esa ayuda inestimable que suponían los vecinos de las localidades que recogían leña para su uso, o aquellos pastores que junto con sus animales ayudaban a mantener más limpias estas zonas, que a pesar de todo no son un jardín.
Para minimizar el riesgo en algunas ocasiones se puede actuar y en otras no. Por ejemplo si el causante del incendio es natural como los rayos. Sin embargo en otras ocasiones si que son evitables aplicando el sentido común, más todavía en estos momentos tan complicados.
Algunas recomendaciones
- Prudencia en las acciones que se realizan en el medio natural
- En este tiempo de cosechadoras, empacadoras en tareas agrícolas, sería recomendable que un tractor fuera por detrás de las cosechadoras para asegurarse de que no ha prendido nada
- Evitar radiales, maquinaria de corte, desbrozadoras, barbacoas, ahumadores para colmenas, petardos, cohetes… en fin, utilizar la prudencia para evitar situaciones que pueden descontrolarse y acabar con nuestro medio natural, además de la posibilidad de poner en riesgo viviendas cercanas, y desde luego poner en riesgo también a los integrantes de todos los operativos que son movilizados para la extinción de los incendios.