Se está registrando un aumento de este parásito en distintas localidades españolas, posiblemente, una de las consecuencias del cambio climático
El Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Calatayud ha detectado la presencia del llamado chinche apestoso (Halyomorpha halys) en el entorno de la plaza Joaquín Costa. Es un insecto que ni pica ni es infeccioso, ni supone riesgo alguno para la salud. Probablemente debido a las inusuales altas temperaturas de estas semanas, se está localizando en varias ciudades. Una vez que llegue el frío hibernará y desaparecerá.
La concejal de Medio Ambiente, Ana Isabel Garcia, explica que se ha recurrido a la empresa de control de plagas Ezsa, desde donde se ha indicado que es una plaga de ámbito fitosanitario y no grave de este insecto, que se alimenta de vegetación y no transmite enfermedades. “No tiene nada que ver con otros chinches que generan alarma social -subraya la edil- y se denomina apestoso porque cuando se siente amenazado desprende un fluido de olor desagradable”.
La empresa sanidad ambiental recomienda no aplicar tratamientos fitosanitarios para su erradicación, porque son poco eficaces y no recomendables ya que son de amplio espectro y afectarían a otras especies no diana, con lo que tendría un efecto perjudicial para otros insectos beneficiosos.
En diferentes localidades de Vizcaya y Cataluña entre otras, y de forma excepcional este año, se ha localizado este chinche cuya presencia provoca algunas molestias en las ciudades y en el campo daños en plantas y cultivos.
El Halyomorpha halys, conocido coloquialmente como chinche apestoso marrón, es inofensivo para personas y animales aunque sí puede producir daños en plantas y cultivos.
En España se está detectando un significativo de los chinches en general, uno de ellos el Cimex lectularius, conocido como el chinche de cama. Estas chinches de cama son insectos muy pequeños y planos que se alimentan de sangre y pueden ser transportados fácilmente en ropa, maletas y otros objetos del equipaje. Una vez instaladas en su nuevo hogar, su capacidad para reproducirse es muy rápida y pueden provocar picaduras en la piel que causan irritación y malestar.
