Los centros de COCEDER en Aragón modifican sus actividades por el Covid19

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Los centros de desarrollo rural de la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER) en Aragón, Asociacion Cultural Grío (Codos, Zaragoza) y Asociación Guayente (Sahún, Huesca) han visto modificadas muchas de sus actividades por las circunstancias del Covid-19.  


La Asociación Cultural GRIO, con sede en Codos (Zaragoza) y perteneciente a la Comarca de Calatayud,  lleva trabajando por los pueblos de la zona desde hace más de 30 años. Cuenta con los servicios de un pueblo-escuela y un aula de naturaleza, pero con motivo de la pandemia solamente pudieron atenderse a dos colegios en la granja escuela El Casón (en Tobed), donde normalmente se realizan múltiples talleres. Al cerrarse las aulas, tuvieron que ser anuladas todas las reservas que había concertadas durante el curso escolar, al igual que con las colonias de verano que se ofertaban en julio, en las que los niños disfrutan aprendiendo cerca de la naturaleza. Estas anulaciones ocasionan una gran pérdida a los ingresos del albergue.   


Por su parte, la Asociación Guayente es una organización sin ánimo de lucro, creada en el año 1981 con el objetivo general de promover el desarrollo socioeconómico y cultural de los  pueblos del valle de Benasque (Huesca). Tiene tres proyectos fundamentales en marcha que se han visto también afectados por el COVID-19. El Centro de Atención a Personas con Diversidad Funcional, “El Remós”, es un proyecto que nació en el año 1994, con el objeto de que las personas con diversidad funcional y sus familias no tuvieran que dejar sus pueblos para ser atendidos. Hoy en día cuenta con un Centro Ocupacional y un Centro Especial de Empleo dedicado a Jardinería en Sesué, un Centro de Jardinería (Garden) ubicado en Villanova, y una residencia y un piso tutelado en Benasque.
En estos momentos atiende a 34 personas y la mayor parte de usuarios quedaron confinados en la residencia con las mejores medidas de prevención y protección que se pudieron tomar, y consiguiendo la mejor atención y protección para los usuarios. Desde El Remós se mantuvieron los proyectos en marcha, la atención en el Centro Ocupacional y Centro de Día pasó a centralizarse en la residencia y a las personas que se fueron a sus casas se les continuó haciendo seguimiento y atención ambulatoria. Los empleados continuaron teletrabajando y en líneas generales, se priorizaron todas las acciones mediante las nuevas tecnologías. Los trabajadores del Centro Especial de Empleo han ido incorporándose a las nuevas tareas en función de la desescalada que marcaban las autoridades competentes.
También cuenta con la Escuela de Hostelería de Guayente, que fue la primera escuela de hostelería y cocina de Aragón en 1981. Este año cuenta con 42 alumnos y hasta la fecha ha formado en cocina y servicios ya a cerca de 2.000 personas. Aunque perdió la presencia física de todos los alumnos y alumnas, los profesores siguieron haciendo gran parte de sus tareas y atención al alumnado por medios telemáticos.  Si bien, debido al perfil de algunos alumnos, la situación fue muy complicada y el trabajo que se ha desarrollado ha sido en buena medida de apoyo personal y psicológico a muchos de ellos. Además, la brecha digital ha sido muy palpable, sobre todo con los alumnos más frágiles, como aquellos que proceden de situaciones familiares muy desestructuradas o que están en el límite de la exclusión social. 
El área sociocultural es otro de los pilares de la asociación, con la defensa y promoción de la cultura del territorio como seña de identidad de Guayente. La Asociación ha seguido trabajando en programas importantes para el Valle, aunque ciertamente con menos visibilidad, porque la situación obligó a una suspensión momentánea de todo lo que implicaba realización presencial. Pero continuaron con las comunicaciones on line, la revista y manteniendo activos los programas en los que era posible trabajar de forma telemática, como reuniones del proyecto Pirineo Literario o del club de lectura. 


Menores
El Centro de menores “Río Grío”, en la localidad de Codos tiene capacidad para 30 chicos/as repartidos en cinco casas, más una casa para los jóvenes mayores de 18 años, en el que cuatro de ellos continúan allí el proceso de emancipación. En dos de estas casas se trabaja con diez menores que padecen algún tipo de discapacidad intelectual, que puede ser leve, moderada o severa.  
Los menores se vieron afectados al no tener que acudir a los centros educativos y realizar las tareas desde casa. Sin embargo, los más afectados fueron los chicos que acuden al centro de educación especial “Segeda” de Calatayud.  Lo que peor han llevado todos ha sido el no poder visitar a sus familiares como hacen normalmente durante el año, creándoles muchas veces estados emocionales depresivos, todos ellos comprensibles, y que dificultan la convivencia con el resto de compañeros . Hubo que realizar cuatro nuevas contrataciones para cubrir las ratios establecidas en el turno de mañanas. 
Hay que agradecer a este centro el material que proporcionó, así como al alcalde de Codos, que entregó mascarillas lavables, y también recibieron por parte de la EUPLA (Escuela Universitaria Politécnica de La Almunia de Doña Godina) caretas protectoras.  A día de hoy, el IASS, ha proporcionado mascarillas quirúrgicas y FFP2, gel desinfectante… La semana pasada fueron realizados test rápidos a todos a través de la Seguridad Social, resultando todos negativos.  Cuatro personas estuvieron con medidas preventivas, siendo el resultado negativo en el momento de realizar las pruebas, y una trabajadora fue la única que dio positivo, aislándose en casa hasta su recuperación. 


Mayores
Grío atiende el centro educativo y asistencial para personas mayores “La Lonja”, en la localidad de Codos. Comenzó en 2013 como servicio de comedor y de lavandería, y desde el 2015 cuenta con servicio residencial con 18 camas, y con funciones además de centro de día.  Por tanto, no sólo cuida de los residentes, (el 95% son del mismo pueblo), sino que dispone un montón de actividades lúdicas para que las personas mayores, y en especial los que no pueden salir a dar pequeños paseos, estén activos durante el día. Con el estado de alarma, tuvieron que permanecer aislados en el centro, lo cual, para los que estaban acostumbrados a realizar salidas, les fue más costoso. Además algunas sesiones fueron suprimidas, así como las salidas a otras localidades y las actividades de exteriores, pero también lo que peor han llevado ha sido el no poder estar en contacto con los suyos durante tanto tiempo. Para paliar esto, se realizaron contactos con las familias con videoconferencias, cartas o dibujos que han mandado a la familia, vídeos y fotos… Estuvieron en aislamiento seis personas residentes, porque aunque se hicieron pruebas, tardaron mucho y era el principio de la pandemia. Todos ellos dieron negativos, y pasados los días pudieron salir del aislamiento.  
En el caso los talleres de estimulación cognitiva que se realizan con personas mayores de las localidades de Codos, Tobed, Santa Cruz de Grío, Inogés, El Frasno y Miedes de Aragón, son sesiones semanales de dos horas de duración, a las que suelen acudir un total de 52 usuarios.  Al tratarse de personas mayores, y muchas de ellas vivir solas, no disponen de nuevas tecnologías para poder seguir impartiendo las sesiones de manera on-line, por lo que el trabajo quedó reducido a llamadas telefónicas y sencillos ejercicios en casa, pero lo que más encuentran al otro lado del teléfono es miedo y soledad. 
El servicio de comidas condimentadas se ha mantenido como siempre, no dándose ningún alta nueva en estos meses, al igual que el programa de atención urgente en el que se trabaja desde hace años.  
Hay que reconocer el esfuerzo de algunas personas voluntarias de la localidad y de la comarca, que hicieron entrega de batas y mascarillas caseras, así como a la administración que aportó mascarillas, guantes e hidrogel, aunque no fueron suficientes.  Algunos ganaderos fueron solidarios, como Javier Lázaro, pastor del pueblo, que abasteció con corderos a los centros de mayores y de menores, o Diego Vicente y Guillermo Vicente, agricultores del pueblo, que estuvieron durante muchos días desinfectando las calles de la localidad con sus tractores. 


Formación On Line
Respecto a los servicios itinerantes de educación para niños y personas mayores del programa integral de la zona rural que lleva a cabo Grío, desde el 12 de marzo se encuentran todas las aulas cerradas, por lo que han estado apoyando los más de 40 menores de 3 a 16 años imprimiendo las tareas de la escuela, ayudando con los deberes y se realizaron distintas actividades como manualidades. 
También tuvieron que ser modificados y realizar mediante teletrabajo las funciones administrativas de la entidad, como los programas  de inserción laboral o el de  despoblación, entre otros.
La Asociación, bajo el patronazgo de nuestra señora de Guayente quiere reconocer la importancia de la solidaridad anónima y el valor del desprendimiento, todos juntos,  como una gran familia, los socios, los trabajadores, los voluntarios, los responsables de la gestión, han contribuido cada día a aportar un trocito de felicidad a todo el entorno.  Igualmente, Grío termina agradeciendo el esfuerzo que todos han hecho, tanto por parte de las personas con las que trabajamos, profesionales, como indirectamente las familias. 

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